Asibar

Las dimensiones y forma del galgal nos induce a interpretarlo como dolmen, la ausencia de losas de la cámara sepulcral, la achacamos a su localización, pegado a la calzada romana que habrí­a facilitado su despojo como material para construcción. Esto nos deja la duda de si pudiera tratarse de un túmulo y que estaría relacionado con esta vía como enterramiento nativo contemporáneo de su construcción en el S. I a. C.
Situado en la banda que suponemos desforestada de la propia calzada y entre canteras o prestamos de materiales para el recebo de la misma, producto de la desintegración de los conglomerados triásicos que afloran en su ladera y que les facilitaba zahorras de magní­fica calidad para el encachado de su estructura.
Solo por la memoria y respeto a este tipo de manifestaciones funerarias en la antigüedad, se entiende que fuera respetado por los constructores de la calzada.
Se encuentra visiblemente alterado, con cráter central y puede conservar la losa de cabecera de su cámara. Localizado en ladera entre grandes hayas, unos 40 m le separan del trazado de la calzada romana.

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